Después de concluir un primer semestre lleno de vicisitudes, donde varios de los sectores de la economía especialmente el comercio de bienes y servicios han sido difíciles, en un momento en el que la confianza del consumidor/comprador, está por el suelo (llegó en enero a -30%, nunca se había ubicado un nivel tan bajo desde noviembre de 2001), es el momento apropiado para sacar a relucir el optimismo que llevamos dentro y entre todos generemos confianza.
A pesar de que en los 2 últimos años hemos crecido el 3% y el 2% respectivamente, este año, debemos estar en la senda de la economía del 2.5% como mínimo, pues la política del Banco de la República de darle un empujón a la economía colombiana tras reducir nuevamente la tasa de interés de intervención en 50 puntos básicos, con lo que aspiramos a que la banca motive la demanda de crédito y el consumo de bienes y servicios.
No podemos seguirnos quejando de Santos, del Proceso de Paz, de la desaceleración en la economía, de la crisis de Venezuela, la volatilidad en el mercado del petróleo, del alza del dólar, etc… Debemos ser optimistas, debemos dar ejemplo, debemos hablar bien de nuestra ciudad, de nuestro departamento, de nuestro hermoso país.
El pesimismo no debe adueñarse de los ánimos de los empresarios, consumidores e inversionistas, tampoco el exceso de confianza en las toldas del gobierno, debemos ser optimistas, proactivos frente a los retos que se avecinan.
Los sectores que darán un importante jalonaso a la economía siguen siendo la construcción, con una tasa de crecimiento superior al 4%, a pesar de los escándalos de Odebrecht, las obras civiles de megaobras 4G se seguirán ejecutando y su proyección de crecimiento sería 5,8%, como también el transporte y las comunicaciones; el sector minero que pasará de indicadores negativos a tener un crecimiento sectorial interesante.
La Paz que tanto habíamos anhelado empieza a dinamizar la economía, la inversión extranjera y especialmente el turismo; esas son las buenas noticias que debemos replicar, poder visitar los avistamientos de aves en el Putumayo y Guanía, ya que en dichos departamentos está el 20% de las especies de aves del mundo; así mismo, la joya ambiental de Caño Cristales con su río de los 5 colores en el Meta, también destinos como fincas agrícolas, parques de reserva y deportes extremos en Casanare y Guaviare lugares que en el pasado fueron asentamiento de paramilitares y guerrilleros.
Por estos factores y desde esta columna invito a todos a no seguirnos quejando del momento económico, debemos acompañar y creer en nuestra recuperación. Estoy convencido que entre todos podemos sacar adelante nuestro país, no desfallezcamos en este propósito y que viva la esperanza en Colombia un país mágico.
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