“Con fuerza, tesón y sentido de pertenencia liderando la Fábrica de Licores del Tolima”
Jesús Alberto Carvajal Duque, nacido en Cajamarca Tolima, es Administrador de Empresas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y Tecnólogo en Mercadotecnia de la entonces Coruniversitaria; también Contador Público de esta Institución y Especialista en Gerencia de Mercadeo con la Universidad del Rosario. En el año 2003, Carvajal fue elegido Concejal para el período constitucional 2004-2007, lo cual lo impulsó a realizar una especialización en Ciencias Políticas en la Coruniversitaria en alianza con la Universidad de Salamanca en España.
Jesús Alberto y su familia, fueron distribuidores de Bavaria durante 28 años, lo cual le permitió fortalecerse en el área comercial. Posteriormente, se convirtió en distribuidor exclusivo de la Cervecería Leona y de productos Postobón. En el 2005 se dedicó a liderar una compañía llamada Servicios Integrales Carvajal SAS y luego incursionó en la radio como Director de Noticias de la FM en el departamento del Tolima. Finalmente, se posesionó como Gerente de la Fábrica de Licores del Tolima y desde entonces se encuentra trabajando arduamente para recuperar la factoría recibida en un precario estado. Hoy en día, la empresa ha logrado consolidarse y mantenerse en un mercado tan competitivo como el de los licores en Colombia.
¿Cuáles han sido sus logros hasta el momento en la Gerencia de la Fábrica de Licores?
JACD: “Hemos conseguido varios resultados como consecuencia del trabajo arduo, el tesón que le hemos puesto y del equipo de trabajo conformado. En Diciembre, fuimos re-certificados en el ISO 9001, que es una norma de calidad importante; también estamos certificados en normas técnicas de calidad y el pasado 2 de Junio, día histórico para la Fábrica, obtuvimos por primera vez la certificación en Buenas Prácticas de Manufactura, sin ninguna observación de la autoridad sanitaria, Invima. Esto nos da energía y ánimo para seguir adelante en este proceso y avanzar en la posibilidad de llegar con nuestros aguardientes a otros departamentos y a otros países, ya que la ley de licores establece que para poder pedir un permiso de introducción o poder salir del país con los licores que fabricamos, debemos obligatoriamente estar certificados”.
¿Cuáles son las estrategias para liderar un buen equipo de trabajo?
JACD: “Sin duda alguna, a los seres humanos hay que darles mucho cariño; soy un hombre exigente también conmigo mismo y por consiguiente con los demás. Me quiero mucho, porque el que no se quiere así mismo no puede querer a nadie; de modo que en este trabajo no hay cabida para el ego, todos aquí tienen un valor representado en la amistad, el cariño y el aprecio. En la mayoría de las empresas esto se ha perdido; aquí representa el calor humano, ya que mi cliente interno son mis trabajadores y me debo a ellos, para que así mismo ellos me entreguen lo mejor de su parte. Hay un principio básico de la vida que siempre he practicado y es: el que da, recibe”.
¿Cuáles son los mayores retos que el cargo le ha presentado?
JACD: “El reto primordial era certificar la Fábrica, porque paradójicamente, nadie le paraba bolas a esto y se acuñó un discurso donde se desestimó la inversión a las mejoras locativas de una empresa que presuntamente habría de retirarse pronto del territorio. Sin embargo, mi prioridad siempre ha sido certificarnos, aún si fuéramos a trasladarnos mañana, la importancia de esta certificación es fundamental, para que el consumidor afuera tenga garantía que los productos salidos de la fábrica cumplen con todas las regulaciones y todos los estándares de calidad exigidos por la norma”.
¿Cuáles son las expectativas con este nuevo cambio de imagen?
JACD: “Sin duda alguna, vemos que el Tolima nos responde; sentimos un cariño infinito hacia Tapa Roja en muchos municipios. También sentimos que en algunos la popularidad no es tanta, pero nuestra meta es aumentarla y demostrar que Tapa Roja se tomó el Tolima. Desafortunadamente, uno de los sitios con menos sentido de pertenencia es Ibagué, que en ocasiones parece la ciudad de nadie, la gente habla de sentido de pertenencia y regionalismo pero se quedan cortos en acciones.
Yo invito a todos a que tomen de lo nuestro; tenemos variedades para todos los gustos, el tapa roja 24° que es un poco más suave y tiene cero azúcar; el especial, con 29° y cero azúcar y el tradicional, el autóctono, el original, que hoy es el preferido en muchos municipios del Tolima”.
¿Cuáles son las estrategias para lograr un posicionamiento completo de Tapa Roja tanto en la región como en el país?
JACD: “Aquí no hay sino una sola fórmula: que los tolimense entiendan que tienen una fábrica de licores certificada en buenas prácticas de manufactura, que los productos aquí producidos son de excelente calidad y que nos honren con su compra, porque también es imperativo que sepan que por cada compra que un tolimense hace de un producto de Tapa Roja, le está contribuyendo a la salud, a la educación y el progreso de su departamento. Así pues, no hay motivo para que no lo hagan, aquí viene gente de muchas partes del mundo y hemos podido hacer degustaciones con clientes extranjeros y puedo asegurar que les encanta el aguardiente Tapa Roja, pues así me lo han manifestado.
En todo mi recorrido por el Tolima no encontraba una sola persona que me desprecie una invitación a un aguardiente Tapa Roja; hay un gusto por el anís, por esa excelente preparación que nos caracteriza y por el sabor de lo que creo yo, es uno de los mejores aguardientes del mundo, porque hay que aclarar que en muy pocos países se produce éste, y nuestra bebida oficial es el aguardiente”.
¿Cómo se da la idea para el cambio de esta nueva imagen más fresca?
JACD: “Encontramos un estudio que había hecho la gerencia anterior y lo revisamos; le hicimos una modificación a la botella porque se requería para poder posicionar correctamente la etiqueta en la parte frontal y por eso decidimos romper el esquema de la botella redonda y darle una forma un poco más geométrica que hicimos; los moldes están aprobados, estamos trabajando en ellos y muy seguramente a finales de este año empezarán a ver la nueva botella.
En los meses que siguen lo que tenemos que hacer es una modificación estructural a la maquinaria para poder envasar en la nueva botella; ya tenemos las cotizaciones, los costos implicados y vamos avanzando a buen ritmo, mientras de paso le damos una imagen más fresca a nuestro aguardiente y lo convertimos en Premium. Es de acotar que muchas bebidas sacan ediciones especiales en las cuales hacen modificaciones en sus botellas, y esto aumenta los costos y hace que estas ediciones tengan un precio mucho mayor en el mercado. Nosotros decimos hacer un cambio frente a la base de las 3 botellas, pensando en que a futuro queremos ir a otros territorios y países del mundo, lo cual implica tener más modernidad y que nuestra presentación impacte mucho más al consumidor final”.
¿Cómo se llevó a cabo el proceso creativo para decidir si seguir o cambiar también la etiqueta?
JACD: “Hicimos una junta directiva, donde se aprobó el cambio de la botella, que es producto de un estudio intenso; ahora, el tema de la etiqueta podría ponerse a consideración de la gente, sin embargo, como se hacen unos contratos al iniciar el año con las empresas, ya sea determinado una compra por el año, de modo que es un proyecto que tenemos un poco más a futuro, pero que sigue siendo una idea muy interesante y que nos atrae, ya que podemos involucrar a los consumidores”.
¿Qué opina usted de la decisión de la administración municipal de permitir también la entrada del aguardiente Cristal a las fiestas?
JACD: “Importante pregunta, ya que aquí hay que aclarar a los ciudadanos que malinterpretaron al Alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo en su posición. Como algunos ibaguereños tienen mala memoria, olvidan que el Alcalde fue Gobernador del Tolima también entre el 2001 y el 2003, y él, más que nadie, sabe quién tiene la autonomía para permitir el ingreso de un aguardiente a su territorio, y la autonomía la tiene el Gobernador del departamento. Así pues, podemos entender que si él toma esa decisión, es autónomo para hacerlo y por eso nosotros hoy en día tenemos un convenio con Cundinamarca, porque en el año 2005 el Gobernador de la época, Jorge García firmó el convenio de introducción y que ese contrato se ha venido prorrogando en el tiempo; por eso, la Industria de Licores de Cundinamarca puede vender su aguardiente y nosotros podemos vender el aguardiente Tapa Roja en Cundinamarca. Creo yo, que lo que se hizo en un principio fue tratar de poner en polémica al Alcalde de Ibagué y al Gerente de la empresa de licores, pero yo tengo una relación con el Alcalde de mutuo respeto, y nos hemos entendido maravillosamente en todos los aspectos, tanto así, que las fiestas del año anterior las hicimos en colaboración con la alcaldía y fueron muy bien organizadas, por lo que tengo grandes expectativas para que este año se repita esa buena organización. Para resumir, Cristal podría entrar en un futuro más bien lejano, ya que tenemos una salvaguarda de seis años gracias a la ley de licores”.
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“Hemos podido hacer degustaciones con clientes extranjeros y puedo asegurar que les encanta el aguardiente Tapa Roja”.
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