Las últimas celebraciones y actividades relativas al folclor en Ibagué cuya tradición supera el medio siglo, parecieran dar percepción de languidez.
¿Por qué? Es un interrogante que debe preocupar y ocupar a la administración local y seccional, y por supuesto a la empresa privada, porque mientras en otras regiones del país las tradiciones y costumbres que enmarcan su folclor se cuidan como tesoro y se reinventan con altas dosis de creatividad, convirtiéndolas en centro de atracción traspasando todas las fronteras, las nuestras apenas si obtienen uno que otro registro nacional y casi que pasan desapercibidas.
El distintivo de ciudad musical que rotula la marca Ibagué, genera exigencias para sus gobernantes, para sus gremios económicos y por supuesto para todos y cada uno de sus habitantes. Lamentablemente, los gobernantes a la hora de conformar sus equipos de trabajo, no han sido cuidadosos en la escogencia de la persona responsable de preservar las tradiciones populares y las costumbres que distinguen a Ibagué, y los resultados ya se están sintiendo.
Las decisiones del actual mandatario de modificar las rutas de los desfiles, cabalgata, descentralizar tablados, cambios en el centro ferias, entre otros, han impactado la esencia de las festividades, porque la participación multitudinaria de propios y visitantes en los días de jolgorio, se volvieron cosa del pasado.
En cuanto a los eventos musicales, la baja asistencia al concierto del Teatro Tolima y la Noche de Fantasía del Murillo Toro, deben poner a pensar a los organizadores, porque resulta penoso para con los artistas invitados que perciban la apatía o el desinterés por las fiestas, especialmente las nuevas generaciones, que se muestran ávidas de alternativas totalmente diferentes a las que se proponen.
Esta clase de eventos pueden contar con el patrocinio de la empresa privada, como parte de su responsabilidad social de manera que se permita el ingreso del público a los espectáculos sin costo alguno, como una forma de brindar a las personas de menos recursos opciones de diversión y entretenimiento en el marco de las festividades.
Un factor determinante para el éxito de las actividades programas es la planeación, cosa difícil, porque se nota que la organización es de última hora y la improvisación salta a la vista, y por eso otros destinos a la hora folclorear en el departamento se muestran con mejores y más organizadas celebraciones, donde los conciertos musicales que tanto gustan a todas las edades, están a la orden con artistas de renombre nacional o talla internacional.
Así las cosas, el balance general a la opinión pública respecto de las celebraciones de su folclor aparte de los temas de seguridad o medio ambiente, deberá tener los componentes económicos, sociales y culturales que éste entraña, como un abrebocas al ejercicio obligado de planeación estratégica, donde se involucren los sectores vitales de la ciudad y se proyecten las actividades para el 2018.
Gobernador y Alcalde, nuestro folclor amerita agenda conjunta, complementada con su sector empresarial.
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