Dra. Gladys González de Bothe, Psicóloga Clínica
Considerando que es altamente positivo “refrescar” los conocimientos que en materia de normas universales deben poseer los conductores y partiendo de las situaciones que día a día observamos en el tema de movilidad de vehículos y peatones, cada uno debería realizarse un autoexamen sobre cómo actúa, cuando transita por una calle o carretera y cuando camina por la ciudad o está en un sitio público.
En algunos países como nuestra querida Colombia, los ciudadanos tienen acceso a la licencia de conducción con bastante facilidad. De hecho conociendo o no las normas de tránsito, su pase de conducción es renovado sin ningún contratiempo. Tal vez esto explica por qué los motociclistas adelantan a los automotores por las bermas derechas de las carreteras nacionales, como si no supieran que éstas han sido construidas para los momentos en que un vehículo debe salir de la vía por algún motivo. Ese desconocimiento también podría explicar por qué en una vía de doble calzada, camiones de carga, vehículos de pasajeros, bicicletas, motos o automóviles a baja velocidad transitan por el carril de la izquierda que debe utilizarse SOLAMENTE para adelantar o sobrepasar a otro vehículo.
Para empezar, todos deberíamos tener en cuenta las condiciones mínimas si vamos a conducir cualquier tipo de vehículo. Un conductor, antes de ingresar a la vía pública, debe verificar que tanto él como su vehículo se encuentren en adecuadas condiciones de seguridad, de acuerdo con los requisitos legales y bajo su responsabilidad. En la vía pública, es indispensable circular con cuidado y prevención, conservando en todo momento el dominio efectivo del vehículo, teniendo en cuenta los riesgos propios de la circulación y demás circunstancias del tránsito. Cualquier maniobra debe ser advertida previamente y realizada con precaución, sin crear riesgo ni afectar la fluidez del tránsito. Si no estamos en Inglaterra, Australia, Malasia, Mozambique u otros tantos lugares distantes, la norma es circular por la derecha y en el sentido señalizado, respetando las vías o carriles exclusivos. Todo conductor debe estar alerta del tránsito a su alrededor y observar frecuentemente los espejos retrovisores, ya que éstos son poderosos auxiliares. Siempre tenga en cuenta:
1º) El Sentido de Responsabilidad 2º) Conducir a la Defensiva 3º) La Atención y Concentración (todos hemos visto horrorosos videos de lo que puede llegar a ocurrir cuando un conductor se distrae con su celular o retira la mirada de la vía).
El adelantamiento a otro vehículo debe hacerse por la izquierda conforme las siguientes reglas: a) El que sobrepase debe constatar previamente que a su izquierda la vía esté libre, con una distancia suficiente para evitar todo riesgo y que ningún conductor que le sigue lo esté a su vez sobrepasando; b) Debe tener la visibilidad suficiente y no iniciar la maniobra si se aproxima a una encrucijada, curva, puente, cima de la vía o lugar peligroso; c) Debe advertir al que le precede, su intención de sobrepasarlo por medio de destellos de las luces frontales o la bocina en zona rural. En todos los casos, debe utilizar el indicador de giro izquierdo hasta concluir su desplazamiento lateral; d) Debe efectuarse el sobrepaso rápidamente y retomar su lugar a la derecha, sin interferir la marcha del vehículo sobrepasado; esta última acción debe realizarse con el indicador de giro derecho en funcionamiento; e) El vehículo que va a ser sobrepasado deberá, una vez advertida la intención de sobrepaso, tomar las medidas necesarias para posibilitarlo, circular por la derecha de la calzada y mantener y/o eventualmente reducir, su velocidad.
En general son MUCHAS las normas de tránsito que no son puestas en práctica por conductores y peatones, pero ésta, tan obvia, de CONSERVA LA DERECHA, sería maravilloso que la aplicáramos conscientemente, tanto conductores como peatones.
Cuando se sube o se baja una escalera, cuando se entra o se sale de un vehículo de transporte masivo, cuando se sube o se baja por una rampa o banda transportadora, también debemos conservar la derecha. De esta manera nadie se “atropella” con el que circula en dirección contraria y se le permite a quien quiera ir a mayor velocidad, adelantar por la izquierda.
Suena demasiado fácil pero como en muchas de las situaciones culturales y sociales, quien sigue estas normas universales, se le mira extrañamente y no debería ser así. Todos podemos contribuir a una mejor movilidad en el tráfico vehicular y peatonal a partir de nuestra propia conducta adecuada.
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