«Profesional tolimense parte del ICF en el Banco Mundial»
No es un secreto que el apellido Pardo en el Tolima ha visto nacer a algunos de los mejores profesionales en diferentes áreas como comunicación, literatura, arte y negocios, y Paula Pardo Pachón no podía ser la excepción. Estudió Finanzas y Relaciones Internacionales en la Universidad Externado de Colombia y es Máster en Finanzas de Mercado de Rouen Business School en Francia.
Su experiencia ha sido principalmente en el campo financiero con una práctica en The Walt Disney Company en París, como Analista Financiera; posteriormente, estuvo alrededor de 2 años trabajando en BNP Paribas en Bogotá y brevemente en Bancolombia en la Banca Corporativa. Hace año y medio está en Washington D.C. (Headquarters de IFC), trabajando con el equipo de inversiones en transporte global (financiación de puertos, carreteras, aeropuertos, aerolíneas, entre otros). Soltera, sin hijos, enamorada del mundo y de conocerlo viajando, disfruta especialmente cantar, cocinar y leer.
¿Háblenos de su cargo en IFC – Grupo Banco Mundial?
“IFC es el brazo del Grupo Banco Mundial que se encarga de financiar al sector privado de los países emergentes a nivel global. Nuestro equipo analiza oportunidades de inversión de capital o deuda para proyectos de expansión o nuevos proyectos de transporte (puertos, metros, aeropuertos, carreteras, entre otros). Estoy involucrada en temas legales e incluso en el diseño de planes de acción que aseguren que las compañías cumplen con los estándares sociales y medioambientales que exige el Banco Mundial. Mi mayor motivación es sentir que estoy participando en proyectos que tienen un impacto social y ambiental significativo en las economías donde se desarrollan.
¿Cuál es su papel a grandes rasgos en la estructuración de nuevos proyectos de la IFC?
“Estoy involucrada desde el momento en que se identifica la oportunidad de negocio hasta la supervisión del proyecto. La estructuración, que es la fase media, es la más interesante y de mayor aprendizaje, porque es la etapa donde uno absorbe toda la información del cliente. De allí, el equipo se encarga de diseñar una estructura que mitigue los riesgos más significativos. Cuando ya es aprobado, superviso que el proyecto cumpla con las condiciones exigidas con IFC, opere a niveles similares a los proyectados y en caso de que no, intentamos anticipar cualquier inconveniente futuro o potencial default”.
El Banco Mundial tiene oficinas en más de 130 países incluyendo Colombia, ¿Por qué trabajar en Washington y no más cerca de casa?
“Mis papás siempre me dijeron que tomara todas las oportunidades que me ofreciera la vida, y creo que ésta definitivamente fue una a la que no podía decirle que no. La oficina de Colombia, a pesar del ser el Hub de la Región Andina, no tenía tanto flujo de proyectos como el que hay en Headquarters. Además, mi enamoramiento por el mundo me llevó a querer ser parte de un equipo global (el de Colombia era local), donde ahora tengo la oportunidad de participar en proyectos en otros lugares del mundo como Pakistán, Haití, e incluso países del continente africano.
Actualmente hay en el Banco Mundial un proyecto sobre la calidad y accesibilidad a alta educación en Colombia ¿Qué podría contarnos sobre esto?
“No es mi área de foco, pero si no me equivoco este es un proyecto que el Banco Mundial viene desarrollando hace ya varios años. Entiendo que el programa es para incrementar el acceso a universidades de alta calidad en Colombia, para lo que recientemente comprometieron $200 millones de dólares que irían para ICETEX, con el fin de incrementar los préstamos estudiantiles a personas de escasos recursos, y puedan acceder a instituciones de educación superior”.
¿Cuál es la mayor diferencia entre la cultura ciudadana de Washington e Ibagué?
“Diría que el interés por aprender y conocer más. Creo que en Ibagué falta inculcar mucho más el hambre por la cultura. Aquí hay cientos de museos gratis y para todos los gustos: de espías, de periodismo, de historia natural, de historia afroamericana, entre otros, y organizan eventos que se hacen interesantes para todos (Jazz en vivo en el Jardín de las esculturas). La oferta cultural en Ibagué es muy limitada y creo que está muy enfocada a los intelectuales, más que para toda la población. Si se hicieran eventos que llamaran la atención de todos los públicos, habría más interés genuino de la gente por frecuentarlos”.
¿Cuáles son sus metas a alcanzar en su compañía actual?
“IFC es una institución que le da a la gente junior una exposición y responsabilidades incomparables que jamás vi en ninguna de las instituciones en las que trabajé anteriormente. Por ahora me gustaría estar un tiempo en el departamento de inversiones y en DC, pero a futuro creo que me gustaría intentar una posición donde me centre más en estrategias para lograr alcanzar un desarrollo tangible en los países en desarrollo, y ahí sí, sobretodo en Colombia. Pero estas son posiciones mucho más Senior, para lo que toca adquirir experiencia significativa en varios campos y por varios años. De lo contrario, no hay forma de traer valor agregado a la mesa”.
¿Planes próximos de volver a Colombia?
“No es el plan, porque siento que hay mucho por fuera que me urge descubrir. Y estar lejos y fuera del área de confort, nos enseña mucho más de lo que uno alcanza a percibir. En todo caso, en Colombia está mi familia y amigos de toda la vida, que le dan felicidad al alma; así que no sé cuándo, pero seguro eventualmente así será”.
¿Qué extraña de Colombia?
“Mi familia, las arepas y el lulo. De vez en cuando una lechona ¡sin arroz! (risas)”.
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