El Señor Abel Guillermo Grisales Moreno es un hombre tolimense con 66 años de edad de los cuales ha dedicado 40 años a ejercer su profesión como funerario, alcanzando reconocimiento en la ciudad no sólo por su labor sino por su vocación de servicio a las personas que más lo necesitan.
Su carrera profesional se divide en dos etapas, en la primera se desenvolvió como empleado de medicina legal y la segunda en la que actualmente se desempeña se da gracias a un golpe de suerte que le permitió emprender con su propio negocio, una empresa familiar de servicios fúnebres: Serfunpaz; la cual lleva 18 años brindando el mejor servicio a los tolimenses.
Abel, heredó esta vocación a acompañar a las personas prestando servicios fúnebres, de su padre, quien fue propietario de la funeraria Samaritana, una empresa muy reconocida en la ciudad, y de sus hermanos quienes también han tenido funerarias en diferentes municipios y ciudades del país. Este tolimense ha logrado impartir en su familia la pasión por el servicio a la comunicad y en especial por los servicios fúnebres generación por generación, tanto así que en la empresa laboran no sólo su esposa e hijos, sino sus sobrinos y su yerno, entre otras persona del círculo familiar.
La primera sede en la que inició Don Guillermo, fue en la 31 con 5ta, un lugar estratégico y central que llevó al éxito por muchos años a esta empresa. Actualmente, por medio de una estrategia para ofrecer a sus clientes mejores servicios y espacios más amplios, la funeraria se trasladó no muy lejos de la dirección original, a la Calle 32 entre Carrera 4f y 4g esquina en la ciudad de Ibagué.
En Serfunpaz se ofrece un plan integral de velación, cremación, plan bóveda, traslado a cualquier parte del país, además de otros servicios, siempre velando por el bienestar y la comodidad de sus clientes y usuarios.
Una de sus pasiones es ayudar a los más necesitados, las personas siempre tiene una buena referencia suya, y quienes necesitan ayuda saben que él hará lo posible por colaborar. El Jardín de los abuelos y el Divino Niño, son algunas instituciones que reciben ayuda de su parte, además de brindar los servicios fúnebres a personas de bajos recursos que no pueden costearlos, ya que según sus palabras “sus familiares merecen una despedida digna”.
“Me intereso más por la gente humilde; sé que necesitan”
El hijo de don Abel que también se llama como su padre, se siente orgulloso de la labor que desempeñan como familia, pues tener a su lado a un hombre con un corazón tan grande es gratificante, bondad de la que ha aprendido durante los 11 años en los cuales ha ayudado a su padre, obteniendo una excelente experiencia en servicios funerarios
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