Andrés Sierra

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Por Editor Mundo Empresarial

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08.20.2019

ANDRÉS SIERRA: EL HOMBRE QUE CREE QUE “EN IBAGUÉ TODO PUEDE SER MEJOR”

Desde niño ese interés por acompañar a su padre en el trabajo y aprovechar las vacaciones para conocer y entender cómo funciona una empresa, convirtió a Andrés Sierra Pineda en un actual líder empresario y gremial de quien se puede aprender no sólo sobre el mundo de los negocios, también sobre la vida misma y la actitud de valentía, positivismo y pensamiento estratégico ante las adversidades.

El empresario conversó con Mundo Empresarial sobre sus inicios y motivaciones, su exitosa visión de fortalecimiento empresarial y los proyectos a futuro para trabajar por la grandeza de la región.

Andrés recordó que en las vacaciones del colegio se iba a trabajar a la distribuidora de su padre, José A. Sierra, y desde entonces su percepción de la vida cambió, en especial sobre el tema del trabajo y el área de los negocios, lo que le permitió entender cuál era la mecánica desde la base de la cadena hasta la gerencia. En su juventud Andrés preguntaba por todo, desde el proceso más básico de la comercializadora de su familia, pasando por el inventario de vehículos en la empresa de transporte, aprendizaje que le sirvió para valorar y entender aún más, el rol que cada persona cumple en un trabajo.

Tras finalizar su bachillerato en 1998 en el Colegio Champagnat, tenía en mente dos opciones: Ser corredor de autos o estudiar administración de empresas. Se decidió por la segunda, y en la Universidad Externado inició su carrera profesional, donde vio una gran fortaleza en temas de talento humano. Tras un paso fugaz por esa universidad, por temas de seguridad tuvo que salir rumbo hacia Australia durante un año, y luego a Estados Unidos. Después regresó al país para terminar sus estudios y a poner en práctica sus conocimientos en los negocios de la familia.

Andrés siguió trabajando fuertemente al lado de su padre entre 2006 y 2010, donde se enfocó en la parte administrativa y las ventas, que son el núcleo del negocio. Durante dos años acompañó a los vendedores para estudiar todo el proceso con los tenderos, coordinadores, supervisores de ventas y el director comercial. En 2010, paralelo a su labor empresarial, tomó la decisión de entrar al sector gremial.

Consciente de que una empresa familiar tiene que protegerse y reinventarse y con el firme propósito de salvaguardar el legado de su padre, Andrés decidió implementar en la compañía el padre el Protocolo de Familia, que el define como las reglas del en caso de que el socio gestor falte o no pueda cumplir sus obligaciones por algún motivo, todo siempre con el visto bueno y el aval de don José A. Sierra.

“Una vez entramos al Protocolo de Familia y que él dijera que sí, creamos el Grupo Empresarial Lógica. Se hizo una reestructuración desde 2012 hasta el día de hoy, y una reingeniería. Lo que hacíamos antes era tener negocios, llenábamos de utilidades y pérdidas una sola bolsa, y no teníamos cómo podíamos lograr eficiencia en algunas operaciones. Al día de hoy, mi papá es el presidente del Grupo y yo soy el gerente, y desde allí miramos a las otras empresas de forma transversal. Me rodeé de un buen grupo de trabajo, tenemos una muy buena contadora, una muy buena financiera, talento humano, también en la parte de auditoría y ese es el secreto”: explica Sierra Pineda.

Darle protagonismo y saber escuchar a sus colaboradores es otro de los factores clave que considera Sierra un empresario debe tener, “me he rodeado de personas mucho más capaces de lo que podemos ser, pero que gracias a ellos hemos tomado muy buenas decisiones, de forma asertiva, con un acompañamiento en el tema familiar porque uno tiene que mostrar resultados a su familia, a la sociedad, a la empresa y a sus colaboradores. Creo que eso lo hemos hecho bien”: puntualiza.

En cuanto a la parte familiar, destaca que a sus padres les debe mucho de lo que es y ha logrado. A su padre, el apellido y los valores, en especial el de la disciplina. A su madre, la fe: “Siempre en momentos de adversidad ha brillado la fe en nuestra familia. He acogido las dos palabras de fe y disciplina.  No puedo negar que el apellido me dio en algún momento espacios, pero la gente no vive sólo de apellido. Si usted no es un buen ser humano y no toma buenas decisiones, por más que tenga un apellido no va a poder salir adelante, ni querer hacer o plasmar las buenas ideas para su grupo de trabajo y para la ciudad”.

Visionando el futuro empresarial.

Dentro de la reingeniería en la compañía familiar se iniciaron procesos significativos para cambiar el negocio, que ya cuenta con 40 años en el mercado y es una de las cinco distribuidoras independientes más grandes del país.

Inicialmente, pasó de ser José A. Sierra Promotora Comercial del Tolima, a Promotora Comercial Andina, y entre 2008 y 2011 pasó a ser Proandina, con el fin de lograr un reconocimiento y que los clientes lo recordaran. Andrés recuerda cómo empezó a liderar ese cambio tecnológico en la empresa: “son cambios riesgosos, pero que dieron resultados. Inicié la sistematización de la fuerza de ventas. Antes el vendedor necesitaba casi cinco manos para una calculadora, portafolio, listado de valor de productos, catálogo y tomar pedidos. Lo que hicimos fue simplificarlo en un teléfono. Después de Coca Cola, fuimos los primeros en implementar ese sistema en la región y el país”, afirmó Andrés.

Esta visión de posicionamiento y fortalecimiento empresarial lo llevó a incursionar en otras áreas como la inmobiliaria Strategik y la empresa Transportes Sierra, donde logró una renovación de la flota vehicular que pasó de 14 vehículos a 36.

Durante su tiempo de recuperación a raíz de una dura batalla contra el cáncer, entre sesiones de quimioterapia y reposo se dedicó a ocupar la mente en analizar cada uno de los tiempos y movimientos de las empresas a su cargo. Resultado de ello fue un proceso de optimización de la bodega, que ahora es un centro de distribución de alta eficiencia, y la conformación de proyectos como el Parque Empresarial, el Restaurante Altavista, y su participación en otros negocios como socio, entre ellos Plaza Express y el Hotel Iguaima.

“Hay que saber vender la región”

Andrés Sierra Pineda ha tenido participación en espacios gremiales como la Cámara de Comercio de Ibagué y Comfenalco Tolima, donde considera que ha logrado hitos importantes para la ciudad. Asegura que no es fácil poder vender la región si no hay una articulación público privada. Asegura que el principio de administración bajo el que ha girado todo en su vida, es algo que se debe seguir plasmando en la capital tolimense a través de diversos escenarios como los gremios, la empresa y la familia.

“Como dice un amigo: Ibagué es el secreto mejor guardado de Colombia. Pienso que en estos procesos todo puede ser mucho mejor. Todas las cosas se pueden mejorar, no solamente está hablando Andrés Sierra; atrás, adelante y al lado de él también hay un grupo de trabajo, de profesionales que queremos a Ibagué, y que eso es lo que nos une, que son personas también muy capaces, y que seguramente a la edad en la que estoy yo han querido devolverse a la ciudad por calidad de vida y por aportarle al desarrollo”.

Familia, amigos y proyectos

Para Andrés, excluyendo a sus padres del comparativo, los amigos son igual o más importantes que la familia. Por eso dice que cuando un amigo es verdadero y leal, hay que darle lo mejor en reciprocidad y fortalecer esos lazos. En cuanto a la parte familiar, es consciente de que a veces la sociedad lo ha “satanizado” por haber nacido en un entorno con buenas capacidades, y que por ello se ha empeñado en mostrar un valor agregado: “Si Dios a usted lo tiene en un lugar, en una familia con unos recursos, unas capacidades y no las potencializa, usted no está haciendo nada. Uno nace en este mundo para servir, y toda mi vida he sido coherente con ese pensamiento”, expresa.

En cuanto a sus proyectos y aspiraciones, concluye que se siente satisfecho de lograr resultados importantes en su empresa propia y el proyecto familiar con sus padres, que es el Parque Empresarial Strategik II, que espera lanzar sobre el primer trimestre de 2020. De otra parte, quiere trabajar para seguir fortaleciendo el emprendimiento desde espacios como la academia para inculcar valores en las próximas generaciones de empresarios.

“El emprendimiento nace, pero usted lo debe acompañar y si está al lado de otros emprendedores conociendo sus experiencias, es mucho más fácil salir adelante. En algún momento hicimos un ejercicio y quiero volverlo a hacer desde el punto de vista académico, y es cómo podemos con casos exitosos en nuestras compañías, replicarlos con nuevos emprendedores, acompañarlos y entrar a empresas pequeñas o en proceso de constitución y acompañarlas con lecciones de vida. Vamos a empezar a hacer algunas charlas en los colegios. Los jóvenes son mucho más inteligentes que nosotros y tienen mucha más capacidad y agilidad mental que nuestra generación, pero debemos fortalecer el tema de sus habilidades socioemocionales. Los siento muchas veces muy dados a la frustración y así lo confirman estudios recientes en la materia, entonces tenemos que trabajar ese tema organizado, con esa capacidad que ya vienen desde que nacen, sería un potencial grandísimo que Colombia necesita” puntualiza.

En tres palabras:

-Justo

-Honesto

-Amigo

 

Sus redes sociales:

Instagram: @asierracolombia

Twitter: @ASIERRACOLOMBIA

 

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