No es frase de cajón, porque en las pasadas elecciones regionales, Colombia con 32 departamentos, eligió seis gobernadoras y en sus 1104 municipios, 146 alcaldesas para el periodo 2024-2027.
El Tolima se estrena con una gobernadora que tiene más de 25 años con una intachable hoja de vida en lo profesional y en lo personal, que posee un carisma especial, un don de gentes y un trato especial con las comunidades, que, sin duda alguna, sumaron a la hora de resultar electa.
A Adriana Magaly Matiz Vargas, la conozco desde la academia y doy fe de su profesionalismo, carácter y seriedad. Independientemente del partido o el político que la respaldara le di el voto, por convicción personal. En 1998 Ibagué eligió a Carmen Inés Cruz como su alcaldesa. 25 años después, es elegida popularmente Johana Ximena Aranda, para gobernar en la capital tolimense. Una profesional que cuenta con destacada trayectoria y que tiene como mentor al saliente alcalde Andrés Fabián Hurtado.
Reto grande tienen estas dos mujeres, porque sus mentores, que antes fueron aliados políticos, hoy al parecer, son enemigos en lo personal y en lo político. Solo el tiempo sabrá mostrar lo que puede pasar a lo largo de sus mandatos, porque Oscar Barreto podría repetir la experiencia con Matiz Vargas y Hurtado, vivir con Arana lo que experimentó Barreto, cuando él se le rebeló e independizó para gobernar a Ibagué sin sus directrices, tanto así, que después de los últimos resultados electorales, proclamó al Hurtadismo como una nueva fuerza política en la ciudad. Alumno avezado.
Las dos conocen muy bien las oportunidades, las amenazas, las fortalezas y las debilidades del departamento y su capital, por eso no cabe duda que por fin conoceremos la realidad de un trabajo productivo y
los frutos de una agenda conjunta. En ese orden de ideas, y por el talante que exhiben las futuras gobernantes, muy seguramente no serán marionetas de nadie, actuarán con principios y ética, esos que se han vuelto tan escasos en los mandatarios. Su talante, rectitud y pulcritud, las llevará dentro de su administración a evitar la práctica del y ¿Cómo voy yo, con el 15, el 20 o 30%? (el famoso CVY) que al parecer, estaría presente en las negociaciones con los contratistas y que inducirían a la malversación de los sagrados recursos del estado. Darán a conocer sus declaraciones de renta a la opinión pública al tomar el mando y al dejar el cargo. Jamás se les ocurrirá utilizar a cercanos o terceros para ocultar bienes o simular negociaciones.
Estas mujeres que con tesón y disciplina han escalado sus logros de vida, sabrán darle importante a la meritocracia a la hora de conformar equipos de trabajo. Promesa de Campaña de Matiz Vargas.
Tanto Matiz Vargas como Arana, conocen la prioridad de los temas para el departamento y su capital, y saben lo que significa el trabajo articulado con sus fuerzas vivas, la importancia de los gremios económicos y la academia en los asuntos de competitividad, y bien lo resaltó la gobernadora electa cuando dijo: una ciudad sin movilidad no puede ser competitiva.
Aún no se posesionan y ya las agendas de las dos gobernantes electas están colapsadas, claro, hay muchas expectativas por superar. Ojalá sus mentores políticos entiendan que una vez elegidas, el compromiso ya no será sólo con ellos o con sus electores, no señores, será con todos los habitantes de un hermoso Tolima y un esperanzado Ibagué, que ha sido prácticamente saqueado en las últimas cinco administraciones.
Entonces, si el poder es para las mujeres, a mostrar y demostrar la diferencia.
El poder para las mujeres
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