Con la llegada del verano es normal que renazcan los viejos propósitos de hacer deporte que habían quedado sepultados, días después de año nuevo; sin embargo, no es pertinente dejarnos llevar por la ilusión de conseguir un “cuerpo de playa” y obviar los evidentes riesgos que supone la práctica de ejercicio sin precauciones en esta temporada. Lo primero es tomar en consideración las precauciones básicas que evitan deshidrataciones, golpes de calor, caídas de la tensión o situaciones peligrosas que puedan producir una disminución del rendimiento físico, aumento del riesgo de lesiones.
Pese a que hasta ahora ingerir mucho líquido durante el deporte era lo más recomendado por médicos y especialistas, recientemente han recomendado la toma limitada de agua sin sales, debido a los peligros que puede ocasionar, como la hiponatremia, que es la falta de sal en el cuerpo. La Revista Mundo Empresarial & Social trae 10 consejos para practicar deporte de manera saludable y sin poner en riesgo su salud.
Utilizar ropa ligera y transpirable
También buscar colores claros, ropa holgada y fabricada con fibras naturales como el algodón.
Ingerir comidas ligeras antes de realizar deporte
Un modelo de comida previa a la práctica deportiva debe incluir cereales, fruta y leche, tomándolos como mínimo de 90 a 120 minutos antes de iniciar la actividad.
Empezar a beber antes de hacer ejercicio
El proceso de hidratación debe iniciarse minutos antes de la actividad física, eso ayuda a preparar el tracto digestivo para mantenerse lubricado y producir saliva de manera natural, minimizando la necesidad de tomar tanto líquido.
Realizar estiramientos antes y después del ejercicio
Estirar los músculos al finalizar la sesión impide la aparición de dolor muscular tardío, conocido como el popular maltrato muscular.
Beber una bebida con un alto aporte en sales durante el ejercicio
La sal es indispensable para que el líquido ingerido sea absorbido por nuestras células. Con la toma de 1 o 2 sobres de suero en medio litro de agua, se consigue ese equilibrio fácilmente gracias a su alto aporte en sales.
Adaptar la intensidad del ejercicio según la temperatura y la humedad
Se aconseja realizar deporte a primera o a última hora del día, descansar con más frecuencia y optar por deportes de medio o bajo impacto como el pilates o el yoga.
Reconocer los síntomas de la deshidratación
Hay ciertos signos de alarma que debemos conocer. Estos son: sensación de sed, dolores de cabeza, irritabilidad, debilidad, mareos, calambres musculares, náuseas, vómitos y una importante reducción de nuestro rendimiento deportivo. En todos los casos, es imprescindible detener la práctica deportiva e iniciar una rápida rehidratación.
No detener la actividad física de forma repentina
Finalizar el ejercicio caminando o trotando 5/10 minutos ayudará a evitar el maltrato muscular posterior.
Beber después del ejercicio bebidas con glucosa, fructosa, carbohidratos y sales minerales
Es importante para reponer el combustible que el cuerpo perdió durante el entreno.
Protegerse del sol
Ya que no todas las actividades físicas pueden ser desarrolladas bajo techo, un buen bloqueador solar le evitará quemaduras o el desarrollo de células cancerígenas en la piel más adelante.
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