Nuevo líder de la Universidad de Ibagué, con vasta experiencia en la educación
Pocas trayectorias son tan impresionantes y distinguidas en el sector educativo como la de Cesar Vallejo; este hombre, nacido en Pereira, estudió Filosofía en la Universidad Javeriana de Bogotá; tras finalizar sus estudios, decidió hacer algo de docencia por un tiempo, ya que en palabras de él, “siempre ha estado vinculado a la educación”, por lo que dio clases en varios colegios del país antes de aventurarse a realizar un posgrado de economía en la muy reconocida también Universidad de los andes. Cuando Cesar terminó su Maestría, viajó a Alemania con una beca de la fundación Konrad Adenauer y estuvo 4 años más, estudiando Economía en la Christian Albrecht Universitat en la ciudad de Kiel.
Al regresar de Alemania, Vallejo se vinculó a temas del sector público, otra de sus pasiones recurrentes a lo largo de su carrera; allí, incursionó en temas de planeación, tales como la Dirección de Inversión Pública, de la oficina de Planeación Nacional, el Sena, la Federación Nacional de cafeteros, la Universidad de los Andes como docente (donde fue profesor de varios ministros), el viceministerio de hacienda, e inclusive se desempeñó como Director de Planeación Nacional.
Este eminente profesional también ha realizado consultorías con el Banco Mundial en algunos países de Latinoamérica y se ha desempeñado en decanaturas como la de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Javeriana. En Manizales, dirigió el Centro Regional de Estudios Cafeteros y Empresariales (C.R.E.C.E) e incluso fue rector de la Universidad Autónoma de Manizales durante nueve años; ha sido miembro de la junta directiva del Banco de la República, de una firma de consultoría llamada Cifras y Conceptos y finalmente es llamado de la Universidad de Ibagué para participar en la convocatoria para la rectoría, la cual ostenta desde hace poco más de un mes.
Lleva poco tiempo en este cargo y su proceso de adaptarse a la universidad ha sido fácil, debido a que, su vida ha sido movida por una idea que él considera quijotesca: “El afán de servir al país por medio de la educación”. Vallejo asegura que el equipo de trabajo que lo apoya en la Universidad de Ibagué, tiene una vocación total con lo que hace; “Los funcionarios aman su universidad y hablo de todos los grupos de personas vinculadas a la universidad: profesores, alumnos, administrativos, servicios integrales, etc.” Afirma el Rector. Además, Cesar exalta el talante tolimense, que, según él, los convierte en personas amables y acogedoras, que lo han hecho sentir a él y a su esposa como si llevaran 10 años viviendo en la capital musical, a pesar de llevar un mes escasamente.
Por otro lado, Cesar cree que la universidad cumple con las características que hacen sincronía con lo que él ha soñado, que son los valores; ya que, para él, la docencia, más que la transmisión de conocimientos, obedece a la formación y a brindarle a los estudiantes la oportunidad de desplegar su gran potencial acompañado de principios y un orden. Aparte de esto, este hombre considera que el progreso de un país está en sus regiones y su potencial y, por esto, que la Universidad de Ibagué se declare en su eslogan «Comprometida con el desarrollo regional » es el complemento perfecto y un motor inigualable para sus ideas de cultivar la identidad local y generar así, progreso y desarrollo para la comunidad.
¿Cómo recibe la universidad, que fortalezas encuentra y qué oportunidades de mejorar?
“La principal fortaleza de esta universidad es la coherencia, el compromiso de todos actualmente con lo que ha sido el legado de los fundadores; hay instituciones donde se puede encontrar estatutos muy bien redactados, pero el alma Mater va por otro lado; aquí, hay una gran coherencia y eso es un gran activo que tiene este lugar. Segundo, esta universidad respira región, lo tiene en su ADN, ha cumplido realmente con el propósito de su eslogan con programas como el de Paz y región, que lleva a los estudiantes en último semestre a los municipios, a que puedan poner sus conocimientos al servicio de la comunidad. Además, tiene un Instituto de desarrollo regional y principalmente los programas responden a las necesidades de la región; a esto debo sumarle un grupo de académicos muy fuertes: 35 funcionarios con doctorado y más de 120 con maestría; el número de profesores de tiempo completo en la universidad es de 180, lo que se concibe como una comunidad académica fuerte, esto, junto a los grupos de investigación interdisciplinaria, que abordan los problemas de investigación desde distintos enfoques, genera la capacidad de diálogo entre las disciplinas. Por otro lado, aquí también hay innovación en metodologías de aprendizaje, como la implementación de un semestre común para toda la universidad, que le va ayudar al estudiante a definir realmente cuál es su vocación”.
Háblenos un poco de su plan de trabajo.
“Mi plan es continuar con lo que se está haciendo bien en la universidad; en los últimos años la universidad ha venido identificando unos ejes y en este momento, tenemos un objetivo muy claro de abrir aún más posgrados de los que tenemos actualmente, entre especializaciones, maestrías y doctorados. Continuaré fortaleciendo el tema de formación en investigación, el compromiso con el desarrollo de la región y seguiré explotando las fortalezas de las diferentes facultades de esta institución; nuestra facultad de ingeniería y derecho son dos ejemplos de prestigio importante en el departamento, además tenemos programas muy innovadores en las áreas de economía y administración; adyacente a esto, una facultad de humanidades integral en todos sus frentes y para finalizar pero igual de importante, está nuestra facultad de recursos naturales, cuyo programa Administración Ambiental es único en la región. Lo único que seguiría aportando en mayor medida, ya que es un valor que de por sí está en la universidad, es el trabajo en equipo”.
Con una trayectoria tan prominente en el sector educativo, ¿Cuál es su opinión sobre el actual estado de la educación superior en el país?
“Estoy convencido que la educación superior en Colombia ha mejorado mucho en los últimos 30 años, y esto en gran medida se debe a la estrategia de acreditaciones que las instituciones han llevado a cabo en este tiempo; pasamos de una época en la que veíamos muchas ‘universidades de garaje’, a un mercado educativo estructurado en el cual se exigen ciertos requisitos para la apertura de un programa, que son los registros calificados brindados por el ministerio a través de una concienzuda evaluación de la capacidad que tiene la institución que apertura el programa a nivel educativo, financiero, administrativo, y estructural.
El siguiente filtro, se da unos años después de abierto el programa, cuando por medio de cohortes, se debe demostrar que los egresados del programa están cumpliendo con un papel en la sociedad y que se cumple con el perfil que se pensó inicialmente en el programa; el último filtro viene, cuando al tener una cantidad determinada de programas acreditados en alta calidad, la universidad puede optar a una acreditación de alta calidad institucional, proceso que ya efectuó nuestra universidad y cuyos resultados esperamos en los próximos meses. Es evidente que actualmente estamos viendo unas marchas de estudiantes, profesores y administrativos pidiendo más recursos para la educación pública y que sin duda se necesitan, pero también debemos entender que, en este momento, es poco viable para el gobierno de un momento otro inyectar presupuesto para cumplir todos los requerimientos que se están haciendo, los recursos son necesarios, pero obedeciendo un proceso que debe ser gradual.
¿Cuál es la cualidad más importante para desempeñar el trabajo de rector?
“Creer en la gente; un rector hace una buena tarea si cree en su equipo, pues si llega desconfiando de las personas que construyeron la universidad y que son sus pilares, no va a efectuar un buen trabajo”.
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