«Mujer pionera de la moda deportiva en el departamento»
Pocas historias de emprendimiento son tan emocionantes como la de Catalina Zuleta Cáceres, una empresaria joven nacida en la ciudad de Ibagué que se crió en una familia textilera; su padre, Jader Zuleta, inició muy joven y creó su propia empresa textil, por lo que Catalina creció en medio de telas, prendas, y todo el ámbito estético y logístico del gremio. Gracias al amor hacia este negocio y a una gran curiosidad, Catalina decidió estudiar Administración de Empresas en la Universidad de Ibagué. “Desde que estaba en el colegio, he tenido una gran pasión por el comercio; los dulces, galletas y manualidades fueron mis primeros pasos en ventas” asegura; esto, sumado a perseverancia y ahorro, logró que Catalina se convirtiera en una excelente administradora y apreciara realmente el valor del dinero, pues en su familia siempre le han inculcado que las comodidades vienen con el trabajo arduo y la voluntad de salir adelante.
Esta mujer tuvo su primera hija muy joven, y es, en gran medida, el motor que la impulsó para seguir avanzando y ascendiendo; durante la universidad llegó su pasión por el acondicionamiento físico, y fue precisamente en un gimnasio, donde llegó la idea que cimentaría una gran empresa hoy en día: Cata Zuleta Fit Clothes.
«Empecé a analizar la forma de vestir de las mujeres que iban conmigo al gimnasio; entendí que no era fácil encontrar prendas de buena calidad a precios asequibles para hacer deporte y menos que fueran visualmente estéticas y estuvieran a la moda. Eso me dio una idea sobre un gran mercado inexplorado y fue así como empecé a trabajar en diseños que fueran de gran calidad, y que a la vez le permitieran a la mujer marcar tendencia y estar a la moda aun cuando estuvieran haciendo ejercicio», asegura Catalina.
¿Cómo fue el proceso de creación de Cata Zuleta Fit Clothes?
“En realidad estaba supremamente asustada, me preocupaba no tener éxito, encartarme con la mercancía y que mi idea no tuviera buena acogida; sin embargo, mi padre me
incitó a que diera el salto de fe y me esforzara al máximo por hacer que funcionara. Así pues, decidí intentarlo y mi padre fue un gran apoyo al ayudarme con conocimiento y experiencia para permitirme alcanzar los logros económicos por mí misma; más que darme algún monto económico, me presentó a sus proveedores de telas, quienes me dieron mi primer despacho de tela a crédito, algo que rara vez sucede y que me dio mucha tranquilidad. Mi primer pedido tuvo un valor de 800,000 pesos y sólo constaba de aproximadamente 100 prendas. En mi caso, debo confesar que no hubo un proceso tan profesional de planeación, con estudio de mercado y tácticas más profundas, sino que fue más aprendizaje sobre la marcha. Durante un viaje a China, descubrí en Instagram las posibilidades ilimitadas de las tiendas virtuales; eso me hizo decidirme a hacer lo mismo”.
¿Cómo logró poner la marca en el mapa?
“El punto de inflexión se dio con la llegada de una edición de la Feria ‘Ibagué Negocios & Moda’, a la cual iba asistiría Carolina Cruz; gracias a que tuve acceso a los camerinos con la ayuda de mi padre, pude hacer varios contactos importantes, entre ellos hacerle un regalo a esta presentadora; ella fue una parte muy importante, ya que después de subir fotos con mis productos, mi cuenta aumentó de seguidores exponencialmente en muy poco tiempo; ya había salido del anonimato. Vendí toda la colección en menos de tres días, pues el mercado entendió que, lo que yo traía era completamente nuevo y revolucionario. Más adelante, otras celebridades empezaron a seguirme y gracias a las relaciones públicas, mi cuenta de Instagram pronto llego a más de 20,000 seguidores».
¿Un consejo a otros emprendedores que estén iniciando el proceso?
“Mi consejo, con base a todo lo que viví, a toda mi experiencia, es que, si yo hubiese confiado más en mi idea y hubiera estado preparada para apuntar más alto y tener una estructura empresarial más organizada, hoy en día sería mucho más grande de lo que soy, y en eso estoy trabajando; pero les aconsejo que estén preparados para lo grande, siempre piensen en el mejor escenario y estén listos para una expansión agresiva”.
¿Cuál es la situación del gremio textil actual?
“Ha sido un poco complicado, ya que encontrar gente que quiera capacitarse para coser, para enriquecer el sector operario, es cada día más difícil. Sinceramente yo nunca he tenido una fábrica, utilizo diferentes satélites para confeccionar mis productos porque dentro de mi estructura de negocio es vital tener mínimos costos fijos; no quiero descontar de mis prendas el mantenimiento de máquinas, nóminas ni una infraestructura mayor, de modo que me parece que la presencia de confeccionistas y satélites de fabricación es muy provechosa para los emprendedores y demás empresarios ya consolidados, y podría lograr que el Tolima volviera a convertirse en un gran centro de maquila del país”.
¿Cuáles son las expectativas este año para su marca?
“Mi Intención es terminar de perfeccionar la plataforma web, seguir haciendo todas las ventas por medio de esta plataforma es vital, ya que hasta el momento he vendido usando WhatsApp e Instagram, pero Colombia ya está preparada para usar con confianza las compras por página web, de modo que direccionar todas las ventas ahí representa un proceso más rápido y ágil tanto para el vendedor como para el comprador. También estoy buscando distribuidores internacionales para consolidar las ventas fuera del país”.
¿Cuál considera su mayor logro?
“Creo que todo el proceso fue un logro, fue un gigantesco aprendizaje y estar donde estoy, este punto de mi vida es, en general el mayor logro; poder perfeccionar cada día las prendas, estar a la vanguardia de la moda y estar evolucionando constantemente es para mí ya un gran logro”.
0 comentarios