«Uso de la danza como herramienta terapéutica»
La danza es sin lugar a dudas una de las representaciones artísticas más antiguas y diversas en la historia de la humanidad; la expresión del cuerpo al compás de diferentes sonidos ha despertado a lo largo de los siglos un enorme potencial escondido en el ser humano.
Dancusavi, es un ejemplo perfecto de este proceso, esta academia de danza ha logrado cambiar la vida de muchas personas en la ciudad de Ibagué y el departamento del Tolima. Iniciada como el sueño de tres hermanos, Javier Eduardo, Andrea del Pilar y John Jairo Pérez; esta academia empezó a tomar forma en los clubes juveniles y entidades del bienestar familiar que apoyaban a los jóvenes con talento para que fueran a las comunas a difundir el mensaje pacífico de la música para evitar la drogadicción y violencia.
Gracias a la gran acogida que tuvo su arte entre sus amigos y familiares, el baile se convirtió en algo más que en un hobby: una oportunidad empresarial; por lo que al indagar sobre las repercusiones psicológicas positivas que tenía la práctica de danza, decidieron crear el grupo que hoy todos conocen como Dancusavi, cuyo nombre contiene las sílabas de los cuatro pilares de su empresa: danza, cuerpo, salud y vida.
“Dancusavi centra su atención en la relación: Cuerpo – Movimiento – Psique, (Comportamiento, emoción y cognición), en las emociones y los pensamientos. Nuestro interés no es enseñarle a bailar a las personas, sino que las personas bailen para que ellos mismos, por este medio, mejoren su vida a nivel físico y emocional, a través del movimiento” asegura Javier Eduardo.
Un proyecto integral
Esta academia ha desarrollado tres líneas de atención definidas: la primera es la deportiva, la segunda es la artística y la tercera línea es la clínica, educativa y organizacional. En la deportiva el usuario trabaja en prevenir y tratar problemas médicos, como sobrepeso e hipertensión, realizando ejercicios cardiovasculares que ayuden a disminuir los niveles de estrés; “Durante el tiempo de la clase además, los asistentes a esta academia se desconectan por completo y se rinden al movimiento, se olvidan de sus problemas y amenizan el rato”, añade John Jairo.
A nivel de formación artística, Dancusavi cuenta con un grupo en el que sus estudiantes se forman con la meta de participar a nivel nacional en certámenes de danza popular, específicamente salsa y bachata, y en el ámbito educativo y clínico, se realizan interventorías en colegios, trabajando las inteligencias múltiples a través del movimiento y el
cuerpo, mientras se enseña sobre amistad, empatía, confianza, sinceridad, solidaridad y amor propio y mutuo.
“Lo primero que se hace es preguntarle al cliente porque busca la danza; ya sea porque quiera bajar sus niveles de estrés, aprender para conquistar a su pareja, hacerlo a nivel profesional, o por mejorar el estado de la salud. Para los instructores de Dancusavi la prioridad es saber qué es lo que el cliente quiere” cuentan los hermanos Pérez.
Por otro lado, Dancusavi cuenta con un proceso infantil de cuatro fases: Inicia con los Semilleros Amateur, luego con Semilleros Profesional, posteriormente la Escuela de Formación y por último el Elenco Profesional. En la primera fase se desarrolla la sensibilización,en la que los niños tienen un encuentro con su propio movimiento y con la danza, más que aprender pasos. “La habilidad para bailar, viene desde la cuna; es un proceso de habilidad motriz que todos tenemos y que depende principalmente de la motivación que tenga la persona para aprender a bailar” afirma Javier Eduardo. Así pues, en esta academia no se trata de enseñar pasos, si no de enseñarle a sus clientes a bailar para la vida, para ellos mismos, y para ser felices.
“Tenemos algunos clientes que cuentan con un diagnóstico médico delicado pero que han evolucionado mucho en cuanto a sus cuerpos; es decir, logran olvidar por algún tiempo que sufren de males como escoliosis, por ejemplo. En Dancusavi no hay ninguna excusa para dejar de intentarlo; estos maestros le han enseñado a muchas personas, que querer es poder y que la danza, combinada con la convicción puede ser una bendición para cualquier cuerpo o mente”.
0 comentarios