Ibagué estrena Arzobispo; se trata de Monseñor Orlando Roa Barbosa, oriundo de la ciudad de Cali, quien llegó con sus padres a la ciudad de Ibagué, donde terminó su primaria en la Institución Educativa Técnica INEM y la secundaria el Seminario Menor “San Joaquín”, para continuar su camino hacia el sacerdocio realizando sus estudios eclesiásticos filosóficos en el Seminario Mayor de Garzón. Siguiendo con esa línea encaminada a la vida religiosa y de servicio, hizo su formación en Teología en el Seminario Mayor de Ibagué.
Al poco tiempo de terminar su proceso académico, fue nombrado Diácono y posteriormente Sacerdote. En el año 1985 Monseñor el Obispo José Joaquín Flores Hernández lo nombró como Prefecto de Disciplina en el Seminario Menor de Ibagué. Para el año 1988, fue nombrado Párroco de la Iglesia Santa Isabel de Hungría en el Municipio de Santa Isabel. En 1993 tuvo la oportunidad de realizar sus estudios profesionales en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma en el programa de Teología Sistemática, y aprovechando su estadía allí, realizó un Curso de Espiritualidad Sacerdotal y Animación misionera, en el instituto Centro de Animación Internacional Misionera (CIAM).
Monseñor Orlando Roa, regresa a Colombia para el año 1995 y es nombrado Párroco de Santa Gertrudis Iglesia del Municipio de Rovira hasta el año 2003, cuando fue nombrado por el Monseñor Flavio Calle Zapata como Sacerdote de la Parroquia Perpetuo Socorro del Barrio Belén en la ciudad de Ibagué y posteriormente, Rector del Seminario Mayor María Inmaculada ocupando este cargo espiritual y siendo guía vocacional para futuros sacerdotes.
¿Cómo fue esa interacción de guía espiritual y vocacional para los jóvenes?
“Es una experiencia de mucho compromiso para el formador, porque tiene que llevar una vida coherente desde todo punto de vista quien está formando futuros sacerdotes; coherente desde el punto de vista de su fe y de su vida, desde el sacerdocio y desde el punto de vista del testimonio sacerdotal, pero no es imposible, de modo que fue muy interesante”.
El 30 de Mayo de 2015 el Papa Francisco lo nombró obispo de El Espinal ¿Cómo fue trabajar como Obispo de ese municipio durante 5 años?
“La Diócesis en general, digo esto, porque la Diócesis no solo es Espinal sino de todo el sur del departamento del Tolima (esto son 23 municipios), es un sector de mucha fe católica y apostólica; más del 90 por ciento de la población, diría que es católica. Por esto, valoro mucho la espiritualidad de este sector del departamento del Tolima, al mismo tiempo el empuje, el trabajo y sobre todo, me parece gente muy emprendedora en el campo de la agricultura.
Aquí se produce mucho capital para el departamento y la nación, hay empresas arroceras, cafeteras y ganaderas. La gente es muy querida, acogedora y respetuosa y al igual que los sacerdotes, tienen un espíritu de mucho respeto y obediencia por la persona del obispo”.
¿Cómo recibió la noticia de su nombramiento como nuevo arzobispo de la ciudad Ibagué?
“Estaba rezando el rosario el 11 de Mayo y me convocó a una conferencia a través de una video llamada el nuncio apostólico, para anunciarme que el Papa me había nombrado Arzobispo de Ibagué. Recuerdo mucho que me dijo -menos mal que estaba rezándole a la Santísima Virgen María, entonces encuentro en usted un espiritu dócil para que me responda esta pregunta ¿acepta el nombramiento como Arzobispo de Ibagué?- Realmente es una cosa providencial, yo veo en mi vida la mano de Dios, porque creo ser el más indigno de todos los obispos de Colombia para asumir esa tarea, pero lo hago con toda la generosidad, la disposición y el ánimo que el Señor me va a ayudar y me va a asistir con su gracia, él me da esa tarea y espero también me de la gracia de cumplirla”.
¿Cuál es su mayor sueño a cumplir en su vida espiritual y religiosa?
“Mi sueño es ser bueno obispo y cumplir con las tareas propias del Episcopado y la Arquidiócesis de Ibagué; en eso me debo concentrar ahora. Entonces ¿qué hay que hacer? Una meta muy clara es trabajarle fuertemente a la fraternidad sacerdotal e imprimir en ellos, en la vida diocesana y en general, un nuevo aire de vida espiritual. En Ibagué hemos visto
como en ciertos momentos se ha presentado el suicidio; a eso tenemos que responder con una espiritualidad más contundente, para que haya una mente mas sana en una población que se acerque a Dios, que quiere a Dios y que busque a Dios”.
¿Cómo responder a este tiempo de pandemia, que significado puede dar a esta situación?
“Desde el inicio de todo esto he respondido lo mismo. Yo hago una comparación: nosotros estamos enfrentados a una fuerza negativa que empuja un muro para destruir a la humanidad, un muro que desde la otra parte esta imprimiendo sufrimiento, dolor, enfermedad y muerte, entonces desde esta parte tenemos que poner las manos en ese muro y hacerle fuerza con la fe y la oración; vamos a superar esta pandemia con la ayuda de Dios”.
¿Qué mensaje quisiera dar a los jóvenes que quieren dedicar su vida al mundo sacerdotal y religioso, pero que en algún momento lo dudan?
“Esa pregunta es muy pertinente para mí que voy a asumir esta tarea como Arzobispo en Ibagué. La Pastoral Vocacional tiene que ser una de las banderas del obispo y de todo sacerdote, invitando siempre a los niños y a los jóvenes para que miren que este es un camino de realización que conduce a la felicidad y que es un servicio grande a la humanidad. Yo los invito a informarse más sobre las bondades del sacerdocio y sobre todo, las bondades del servicio a la comunidad siendo sacerdote, religiosa o religioso”.
En este mundo, que es cambiante, evolucionado y diverso ¿Qué mensaje puede dar a quienes continuamente están
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confundidos espiritualmente, por la diversidad de iglesias que hoy profesan en el mundo?
“Hay una expresión del concilio vaticano II, que es muy bonita. Habla de las Semillas del Verbo, que son la semilla de Jesucristo en todas partes del mundo,que pueden llevar a las personas a la salvación. Entonces una persona se puede salvar siendo católica, protestante, musulmana, pentecostal de la Iglesia Unida de Colombia, de la iglesia Trinitaria, de la iglesia Carismática Internacional, etc, porque allí hay semillas del verbo; la semilla del verbo son las semillas de la salvación en el mundo entero. Entonces no podemos caer en fundamentalismos, tenemos que poner los pies sobre la tierra ante esta diversidad que hay en este momento, pero si, una cosa es muy clara, nosotros nos salvamos por nuestro Señor Jesucristo, nadie se salva sin Jesucristo. En el antiguo testamento y en el nuevo testamento, hay que mirar el misterio de la cruz del cual nos viene la salvación”.
Teniendo en cuenta que nuestra revista Mundo Empresarial & Social, es una revista para y por nuestros empresarios tolimenses, ¿Cuál sería su mensaje para aquellos que intentan reinventarse en época de pandemia?
“Hemos visto en este tiempo que no basta la dimensión corporal y material del ser humano; ahora hemos visto la necesidad de darle un puesto especial y de primer orden a la dimensión espiritual del ser humano. Por eso la invitación, es a espiritualizar más nuestra vida, a comunicarnos más con Dios, a fortalecer mas nuestra fe, a pensar más en esa dimensión; no todo es lo material”.
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