Laura Inés Castro Cortés, Abogada
El tema de la construcción de los escenarios deportivos en Ibagué podrá sonar trillado para muchos, pero hay que insistir que el alto gobierno, el alcalde, la dirigencia política y en general los que ejercen liderazgo en la ciudad, no han dimensionado el daño al bienestar físico, material, social y emocional que a corto y mediano plazo van a dejar la carencia de éstos entre los ibaguereños, además del negativo impacto en su calidad de vida.
Miles de jóvenes y adultos perdieron la opción de contar con espacios adecuados con estándares de rigor para la práctica y entrenamiento de las diferentes disciplinas deportivas. Si bien es cierto, algunos polideportivos, canchas múltiples, centros recreacionales y sedes de clubes privados de Ibagué se han adaptado y adecuado para los entrenamientos y las prácticas, jamás lograrán satisfacer la creciente demanda para la recreación, el entrenamiento y la práctica deportiva, asumiendo la condición de ciudad intermedia y el aumento poblacional que día a día se percibe con mayor fuerza.
La usencia de escenarios deportivos impactará en muy corto plazo la marca Ibagué, porque los deportistas de hoy y las promesas del mañana, no podrán entrenar, desarrollar y consolidar su talento como es debido, para dejar en alto el nombre de ciudad. Por esta razón, muchos deportistas se han ido de la ciudad buscando mejores condiciones para su sueño de entrenar, practicar, competir y ganar en su disciplina. Amén del atractivo turístico que éstos representan.
En una ciudad de altos índices del desempleo y de informalidad, los espectaculares escenarios que supuestamente le dejarían a la ciudad la realización de los mejores Juegos Nacionales en la historia de Colombia año 2015, habrían sido un factor determinante para elevar los niveles de calidad de vida dentro del ámbito familiar, si se tiene en cuenta la grata incidencia del deporte en la vida del ser humano impactando directamente sus condiciones sociales, naturales y de salud.
Pronto se cumplirán 2 años de estos lamentable hechos, donde la ciudad paso de contar con los desgastados escenarios de los IX Juegos Nacionales de 1970 que mucho servían a los deportistas y no deportistas, a NADA porque en pocos días fueron demolidos, a la fecha sin esperanza de reconstrucción y por el contrario las ruinas amenazando con hacer más daños económicos, estructurales y ambientales, generando pena y vergüenza para propios y visitantes.
La calidad de vida compete directamente a los gobiernos, pero también a los empresarios. De resaltar el intento algo tardío, que hizo en días pasados la Cámara de Comercio e Ibagué al querer buscar opciones de soluciones prontas y reales a un tema tan sensible al que todavía le faltan capítulos en las fiscalías, por cuenta de los corruptos que hoy tienen a la ciudad sin estas vitales obras.
No ayuda a encarar el tema la sensibilidad del primer mandatario de los ibaguereños al estigmatizar la campaña de Escenarios Deportivos YA, ligándolo a intereses políticos y si así fuera qué pasa, porque muy seguramente las futuras campañas políticas en la ciudad tendrán como caballito de batalla la construcción de los escenarios deportivos. A la reciente propuesta de la Cámara de Comercio, terminó viéndola como una forma de control, afirmando que suficientes entes de control lo vigilan para tener otra más. Como quien dice “ni raja, ni presta el hacha, ni alquila el rajadero”.
Muy seguramente en el lenguaje de campaña, tan conocido por el Alcalde, era fácil decir que llegaba a meter a la cárcel a los culpables de ésta debacle, pero se le olvidó lo más importante concentrarse en la construcción de los escenarios deportivos, pronto cumplirá dos años de mandato, las ruinas ahí deteriorando y menguando el espíritu y ánimo deportivo de sus gobernados.
Serán necesarias y útiles las campañas, los conversatorios, las mesas redondas, los plantones, las cartas abiertas, las solicitudes respetuosas y todo lo que ayude a mantener la exigencia de “escenarios deportivos en Ibagué”, como una forma de encarar éste desastre e imprimirle proactividad, iniciativa y creatividad, si no queremos el “marasmo deportivo” de las generaciones venideras.
Laura Inés Castro Cortés
Gerente R.P.T S.A
laurainescastrocortes@yahoo.es
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