Daniel Felipe Rueda Grijalba – Columnista
A lo largo de la historia, el trabajo siempre ha sido un factor fundamental en el desarrollo de las diferentes sociedades del mundo. Por esta época, el trabajo es valorado como uno de los grandes activos en todos los países.
En Colombia y sus diferentes departamentos, es un factor relevante en el crecimiento económico de las regiones. Sin embargo, hay una problemática que se ha mantenido vigente a lo largo del tiempo, y que afecta la estabilidad económica de la nación, “la informalidad laboral”.
En Ibagué, siendo una de las ciudades que presenta un alto índice de desempleo, dicho factor influye en el estancamiento económico de la ciudad y afecta la calidad de vida de los ciudadanos de igual manera vulnera sus derechos laborales.
Bien se sabe que la informalidad va en contra de la ética laboral al momento de la contratación de los empleados; no solo eso, siendo más precisos, por cada 4 ciudadanos trabajadores 2 son informales en la cuidad de Ibagué, ya sea por causa voluntaria, de subsistencia o inducida, entre otros.
Como es bien sabido es clara la ineficiencia a partir de la gestión pública de país ante la informalidad laboral. ¿A qué se debe todo esto?. No es fácil responder esa pregunta debido a que es un suceso transitorio, que ha estado vigente durante varios años y ante el cual las políticas públicas no han ejercidos el mejor control; por otra parte, en el sentido de la ética laboral se dice que la informalidad es un acto de competencia deshonesta que se presenta debido a que el trabajador tiene que recibir pagos que en ocasiones son menores al salario mínimo legal vigente, sin cotizar a seguridad social, que conlleva a una inestabilidad económica individual, lo que significa que el ingreso del PIB pér capita no se maneja con todos los estímulos fiscales.
Este fenómeno económico a su vez afecta a todo tipo de población en cuanto a la economía, los activos predispuesto para mejorar la nación y por ende al municipio; fuera de esto, la informalidad influye negativamente al mejoramiento de la problemática de la ciudad lo cual estanca la productividad de la misma. Se dice que de 2010 a 2016 la productividad disminuyó un 25% en Colombia según la OCDE. Es por esto, que es necesaria una reforma laboral que incentive tanto a trabajadores a formalizar su situación laboral como a los empresarios brindándoles mejores beneficios en la recaudación fiscal para que de esta manera, puedan ofrecer mayores garantías al trabajador.
¿Es posible solucionar estos baches que impiden crecer a la ciudad ?. La informalidad es la situación que estanca y disminuye activos regionales, por lo que es prioritario generar nuevos caminos que lleven a un mejor desempeño en el cumplimiento de los derechos de los trabajadores que son quienes sienten a fondo estas problemáticas. La cuidad, está pasando actualmente por un deficiente manejo público, algo que impide que sus ciudadanos cumplan su deber ante la sociedad reconociendo y concientizándose sobre la informalidad y los efectos que lleva consigo.
Sobre este tema, se han implementado grandes cambios que han intentado disminuir la tasa de informalidad; en efecto, se realizó la reforma tributaria del 2014 que mostró un mejor desempeño en este tema, pero es necesario conocer nuevos planes de funcionamiento con base en el empleado y empleador porqué en muchos casos, las personas prefieren los trabajos informales debido a su nivel educativo o gustos personales (ya mencionado como de manera voluntaria), que en este último caso particular presentan ciertas características como su desacuerdo con los salarios establecidos por las empresas y estar en contra del régimen fiscal. Todo esto lleva consigo grandes afectaciones en varios sectores del país como por ejemplo el de la hotelería, el sector alimentos, bebidas, entre otros.
Adicional a estos factores, se suman el hecho que la globalización trae consigo cambios tecnológicos y genera nuevas opciones de ingresos. Por otra parte, es prioridad reconocer que se ha presentado un mejoramiento regional desde el año 2017 y a este período del año vigente, se ha logrado bajar más del 4% de informalidad en la ciudad, factor crucial para el desempeño de cada uno de los ciudadanos que aportan para que el país sea mejor cada día.
Principalmente la informalidad tiene un gran impacto negativo en la economía de las ciudades del país; es por esto que hay que disminuir las tasas de informalidad y luchar por mejores posibilidades para los futuros ciudadanos de Ibagué. De igual manera, dejar un buen legado de construcción regional es el camino seguro a una cuidad desarrollada, con mejores condiciones para los que sufren de la desigualdad laboral y que merecen una estabilidad de la cual se sientan orgullosos, porqué ser tolimenses debe ser la marca del desarrollo.
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