La felicidad que siente al ver los resultados del trabajo y de su esfuerzo, son para nuestra Mujer al Mando, Clarita Rojas, algo muy importante. Esta exitosa fisioterapeuta recalca el hecho primero de ser mujer, madre y compañera de vida; para ella, estos aspectos deben ir de la mano con la parte laboral para alcanzar el éxito no solo a nivel económico y profesional, sino personal.
Se define como una mujer agradecida con Dios por su familia, su pareja, su empresa y por la posición en que se encuentra hoy, desde donde al mirar hacia atrás y darse cuenta de todo el camino recorrido y obstáculos superados, asegura que bien valieron la pena, ya que estos han forjado la persona que es, hoy en día.
Su vida profesional ha estado ligada a la medicina estética, la fisioterapia, la cosmetología y la formación; se ha desempeñado profesionalmente en la parte asistencial, en docencia y en el sector comercial donde lleva ya 13 años cosechando éxitos a partir de la autorresponsabilidad y la autogestión de la felicidad y de su futuro, proyectándose y creyendo que todo es posible, a partir del trabajo diario por lo que se quiere.
Es consciente de su posición y recalca el hecho de poder aportar desde su empresa “un grano de arena al crecimiento de las personas que trabajan conmigo y de mis clientes”, afirmó. Esto la hace muy feliz, pues de ese modo también ha logrado hacer crecer a su empresa.
Resalta el papel de las mujeres del sector de la medicina estética, quienes ocupan un amplio espacio dentro del medio: “este es un sector muy bonito, donde un porcentaje alto de los profesionales son mujeres, emprendedoras, resilientes, trabajadoras incansables, que aman lo que hacen; mujeres que se han reinventado, caído y vuelto a levantar con más fuerza y eso me motiva a prestarles un buen servicio. Que sientan que mi empresa es un aliado estratégico para su crecimiento profesional”, puntualizó.
Recuerda con alegría los momentos junto a su hermana gemela, y con añoranza sus tiempos universitarios en Manizales; asegura que la mayor píldora de felicidad es su hija, así como los momentos junto a su familia, con quienes disfruta compartir una buena comida, una taza de café y realizar viajes, algo que le encanta.
Máxima de vida
Clarita afirma que su máxima de vida es “no dejarse vencer, ni desmotivar por las dificultades, y siempre afrontarlas con optimismo, pensando en salir adelante aún con mejores resultados, así como agradecer todos los días a Dios por nuestra vida”. Para ella siempre hay una oportunidad en medio de cualquier crisis, y sostiene que el trabajo enfocado en nuestros objetivos, nos permite recoger los frutos de nuestras cosechas”.
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