Todavía recuerdo ese cubo de vidrio lleno de revistas que tenía mi hermana Esperanza en su cuarto; allí, desde muy niña pude ver lo último que pasaba en el mundo con respecto a la farándula, chismes y demás notas que leía en revistas de variedades y magazines de la época. Todas esas imágenes permanecían en mi memoria por días enteros, los actores, las películas, los anuncios de publicidad, los colores; prácticamente, me transportaba a otro mundo. Tenía solo 9 años de edad.
Pero como la vida va tomando caminos insospechados, inesperados, digamos que poco a poco me fui alejando de ese mundo; estando en una familia numerosa y algo ajustada económicamente, otros pensamientos y necesidades me alejarían de ese primer paso por las revistas que tanto me entretenían.
Una vida normal de estudiante de bachillerato del inolvidable claustro ilustre como denominamos los simonianos, al Colegio Nacional de San Simón, y el acercamiento a la música estando en una de las famosas tunas de ese tiempo, fueron momentos que para nada indicaban en que iría a parar en un futuro.
Lo cierto fue, que luego de pasar por la Universidad de Tolima donde aprendería sobre fonética, fonología y demás materias correspondientes a la carrera de Idiomas y Literatura y de visitar La Real Academia de la Lengua Castellana, el Instituto Caro y Cuervo y el municipio de Planadas donde aprendería a conocer un poco más sobre nuestro genuino acento tolimense, me di cuenta que esto no era lo que me llamaba la atención.
Fue entonces cuando ingresé al Colegio Superior de Telecomunicaciones en Bogotá, en esa fría pero interesante ciudad que me mostró el mundo de la producción de los medios audiovisuales, siendo la radio, prensa y televisión lo que captaría mi atención, a tal punto que al finalizar mis estudios y sin conocer a nadie terminé en la bella sucursal de cielo, CALI VE, ciudad que me embrujaría para siempre.
Bella por donde se le mirara, sus calles, sus miradores, su música, su gente, por siempre en mi memoria. En esa ciudad que me tomó de la mano y desde la Programadora Imágenes TV de Tele pacífico, recorrí y me pasee por universos enteros al escuchar historias de los principales músicos que llegaban al programa El Solar, espacio por el que desfilaron artistas como Celia Cruz, la Sonora Matancera, Niche, Guayacán, Orquesta Aragón de Cuba, entre muchos otros reconocidos artistas; lo anterior, y el compartir en el programa Litoral con compañeros como con el Director de Cine y televisión Carlos Mayolo (QEPD), o el camarógrafo de Yurupari de la época Erick Bonge, contando las leyendas del Pacífico, creo que fueron aspectos que cambiaron mi propio universo.
Quizás, este haya sido el primer acercamiento a lo que ahora se ha convertido mi vida, la realización de revistas, con la diferencia que esos personajes ya no son los de esas revistas que veía de niña, esos actores, actrices o modelos de pasarela, ya que los personajes de ahora son aún más importantes, son dueños de su propio camino, son EMPRENDEDORES, son CASOS DE ÉXITO.
En esta edición especial traemos la historia de 26 mujeres de éxito de nuestra ciudad, mujeres de valor que han logrado llegar a un alto nivel en su desarrollo profesional.
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