A los empresarios se les define como aquellos individuos que aportando su capital económico, su iniciativa, creatividad, emprendimiento y apellidos, asumen riesgos para impactar y transformar la economía en cualquiera de sus órdenes.
Los ricos son aquellos empresarios, emprendedores o herederos que sus fortunas significan un buen porcentaje del PIB de un determinado país. Por ejemplo en Colombia, la fortuna de los 3 hombres más ricos, Alejandro Santo Domingo, Luis Carlos Sarmiento y Jaime Gilinski, equivale a más del 11%.
Los filántropos en estos tiempos modernos se distinguen por donar gran parte de su fortuna y patrimonio, todo por amor a la humanidad. Ejemplos a nivel mundial se tienen muchos, pero sobresale la filantropía de Bill Gates, con donaciones para fundaciones y otras organizaciones que alcanzan los 33 mil millones de dólares, equivalentes al 41% de su patrimonio.
Ahora vámonos al terreno de lo local, donde se tienen unos pocos grandes empresarios, otros medianos y muchos microempresarios, que le apuestan a soportar una economía en lo comercial, porque la vocación industrial se nos escapó, al no poder arraigar las cientos de industrias y empresas creadas con la ley de exenciones tributarias a propósito de la tragedia de Armero. En asunto de fortuna, ¿quiénes pueden ser los hombres más ricos de Ibagué? La pregunta se la hice a varias personas, quienes coincidieron en 4 o 5 nombres, haciendo la salvedad que sus fortunas, aplican para lo local, porque no se comparan con los ricos de las grandes ciudades del país. Conclusión los ricos escasean en nuestro medio.
Ahora hablemos de los filántropos que ha tenido la ciudad, aclarando que no necesariamente se debe ser rico, porque el amor por la humanidad no está ligada a esa característica.
En Ibagué se debe resaltar que los empresarios más connotados de los años 70, 80 y 90, a través de donaciones y gestiones especiales, fueron artífices de los mayores proyectos educativos, comerciales y empresariales con los que hoy cuenta la ciudad.
Cabe anotar que todas estas acciones en favor de la comunidad, se hacían en silencio y sin aspavientos en medios de comunicación. Desde el año 2015, la ciudad queda sumida en la desesperanza con la tragedia de no ver culminados sus escenarios deportivos, y por el contrario terminó sin ninguno y donde se levantarían los nuevos escenarios, sólo vemos ruina y abandono.
Transcurridos más de 2 años, y después de muchas conversaciones, análisis entre dirigentes deportivos y medios de comunicación, logran que por amor a la ciudad, el empresario Henry Escobar Ceballos done un lote de 5 mil metros cuadrados para la construcción de un complejo acuático, y mitigar de alguna manera la carencia de escenarios y sea otra opción para las nuevas generaciones de deportistas. Con el terreno y los diseños la donación puede alcanzar la cifra de los 700 millones de pesos.
Ojalá más empresarios se animen a desprenderse, así sea en mínimo porcentaje, de lo propio y entregarlo al servicio y goce de sus comunidades, sabiendo que están aportando a mejorar la calidad de vida de una ciudad con expectativas
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